Ariel Silva. Fotografía.

Buscador de árboles de Luz

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Ariel es fotógrafo. Cada una de sus fotografías está impregnada con polvo y luz. Él sabe que no existe la fotografía en el pozo de la oscuridad, por eso busca nidos de luz.

Ariel siempre lleva una cámara, ésta es como el corazón de su mirada.

Muchos fotógrafos se contagian del mal que padece la cámara fotográfica: las cajitas mágicas atrapan la luz para siempre; por eso muchos fotógrafos son simples ladrones de luz, ¡Ariel no! La mirada de Ariel otorga luz a las cosas; como Degas o Monet aprehende un pájaro de luz y entrega el vuelo. En la fotografía no es importante el color del lago o del cielo, lo importante es la línea de luz que tiembla sobre el cristal.

Ariel ¿tiene alas? Pareciera tenerlas, porque su mirada es alada (al-hada). Sabe que adentro de cada nube, de cada patio, de cada muro y de cada hombre, hay una piedra que tiene grabada una historia. ¡Lo importante es la piedra! El oficio de Ariel consiste en descubrir ese guijarro, pulirlo y mostrarlo.

Las fotografías de Ariel tienen el polvo de los caminos recorridos, el polvo de las cosas antiguas, de los rostros ajados, del reloj que se jubiló y dejó de marcar el tiempo; es un polvo que da cuenta de que todo está impregnado de vida, de que el hombre sólo puede justificar sus sueños cuando sus nubes arrastran el polvo de muchos cielos.

Sobre mi mesa tengo una serie de catorce fotografías de Comitán, tomada por Ariel. Sólo en una aparece la presencia humana (la foto enseña los chorros de agua de La Pila en perspectiva, una mujer tojolabal se inclina ante uno de los chorros, como en un ritual de purificación. La escena está cargada de simbolismo y de nostalgia); las fotografías restantes carecen de gente, no obstante, la presencia humana y divina está latente en cada una de ellas. Cada foto tiene una piedra que respira, que empaña el cristal con su vaho.

Mientras escribo esta Arenilla, siento la piedra que el artista puso sobre mi mesa, es la piedra de mi pueblo; sé que a esta hora Ariel se llena de polvo y de luz adentro de alguna gruta por donde vuela. Ariel, tepalcatero de luz, escarbador de cielos y sueños.

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Alejandro Molinari

www.areni-ya.blogspot.com